sábado, 26 de octubre de 2013

Importancia de las instalaciones hospitalarias

En esta entrada os vamos a hablar de las instalaciones hospitalarias, puesto que todos los hospitales deben de cumplir una serie de requisitos con respecto a la calidad de las mismas y, de esta manera, poder llevar un mejor control a la hora de evitar la transmisión de las enfermedades nosocomiales. Así mismo, si no se reunieran tales requisitos, se deberían intentar hacer las restauraciones que fueran necesarias.

ORGANIZACIÓN DE OBRAS DE CONSTRUCCIÓN O RESTAURACIÓN

Cuando se crea o se restaura un hospital todas las obras que se realizan deben ir encaminadas a reducir, en la medida de lo posible, la propagación de enfermedades intrahospitalarias. Para ello se precisa la colaboración de, al menos, un miembro del grupo de vigilancia de infecciones, que debe observar y autorizar cualquier obra que se realice. Entre otras cosas, se debe valorar lo siguiente:
  • La magnitud de circulación o movimiento dentro del hospital para intentar favorecer el traslado delos pacientes y disminuir la exposición de pacientes más graves (inmunodeprimidos, pacientes de unidades de alto riesgo, etc).
  • Aislamiento de los pacientes por zonas.
  • Manipulación de materiales que sean sencillos a la hora de limpiarlos y resistentes a los productos empleados para su asepsia.
  • Que haya suficientes zonas para la higiene de las manos y a las que sea fácil entrar.
  • Tiene que haber una cantidad adecuada de habitaciones para aislar a los pacientes que sean necesarios.
  • Las unidades de alto riesgo y las estancias de aislamiento deben tener buenas estructuras de aireación.
  • Tiene que haber estructuras que proporcionen agua potable.
  •  Profilaxis para que los pacientes no entren en contacto con esporas de cualquier microorganismo patógeno durante el proceso de construcción o restauración.

SEPARACIÓN POR ZONAS

Los pacientes deben aislarse por zonas según la gravedad de su situación y según la probabilidad que tengan de adquirir una enfermedad nosocomial. Podemos valorar cuatro zonas según el riesgo:
  • Zonas de poco riesgo: no hay contacto con los pacientes, por ejemplo, vestuarios, secciones administrativas, etc.
 
  • Zonas de riesgo moderado: ya hay contacto con los pacientes, por ejemplo, unidades regulares de atención de pacientes.
  • Zonas de alto riesgo: donde los pacientes presentan un mayor nivel de gravedad o están inmunodeprimidos, por ejemplo, la UCI.
 
  • Zonas de muy alto riesgo: por ejemplo, el quirófano.




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