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viernes, 1 de noviembre de 2013

Prevención de la tuberculosis en el hospital

Hoy vamos a hablar de las medidas de profilaxis que se deben adoptar para reducir la difusión hospitalaria de la tuberculosis, como ya mencionamos en una de las entradas de ayer.

MEDIDAS ORGANIZATIVAS

Éstas tienen como finalidad reducir la probabilidad de contagio y la exposición a la enfermedad. Son las siguientes:
  • Detectar a los pacientes que presenten cualquier síntoma de tuberculosis para aislarlos y poder comenzar con la medicación lo antes posibles, evitando así nuevos contagios.
  • Los pacientes infectados deben emplear dispositivos adecuados de aislamiento respiratorio como mascarillas, sobre todo, en los lugares donde haya mayor predominio de gente (por ejemplo, las salas de espera). En caso de no llevar mascarilla, tienen que intentar cubrir la boca con un pañuelo si van a estornudar (el pañuelo no debe usarse más de una vez).
  • Los pacientes contagiados con cepas no resistentes del mismo tipo de tuberculosis pueden estar juntos en la misma habitación.
  • El número de visitas debe de ser mínimo. El personal hospitalario también debe de entrar en la habitación de las personas infectadas sólo cuando sea necesario.
  • Planificar todos los protocolos que se van a seguir a la hora de trabajar con estos pacientes.
  • Hay que especificar cuáles son las áreas del hospital más expuestas a la transmisión de la enfermedad: la UCI, el quirófano, urgencias, consultas externas, laboratorios de microbiología, etc.
MASCARILLAS
ZONAS DE RIESGO (UCI)















MEDIDAS ESTRUCTURALES

En relación a las instalaciones y el ambiente que rodea al paciente se tomarán las siguientes medidas:
  • Debe de haber suficientes sistemas de aireación en las zonas más expuestas a la transmisión, que renueven el aire unas seis veces cada hora.
  • Las estancias donde están los pacientes afectados deben tener aislamiento aéreo y  una apropiada presión negativa.
  • Los desechos de éstos pacientes deben ser adecuadamente eliminados.
  • Es muy importante mantener una buena higiene y desinfección de la habitación y de todo el instrumental empleado para atender al paciente.
  • Instalar tantas estancias de aislamiento aéreo como se precisen en función del número de pacientes afectados.
HABITACIÓN CON AISLAMIENTO

MEDIDAS DE SEGURIDAD INDIVIDUAL

El objetivo es evitar aspiración de gotitas infecciosas. El personal hospitalario que atiende a los pacientes contagiados debe emplear respiradores homologados FFP3 en estas situaciones:
  • Realización de autopsias de pacientes afectados o con sospecha de estarlo.
    RESPIRADORES FFP3
  • Transporte de los pacientes afectados en ambulancia.
  • Laboratorios de microbiología que trabajen con material contaminado.
  • Drenaje de los acúmulos de pus tuberculosos.
  • Etc.



MEDIDAS ESPECÍFICAS DE PROFILAXIS Y CONTROL DE LA TUBERCULOSIS EN EL PERSONAL HOSPITALARIO

Las medidas que debe adoptar el personal del hospital son las siguientes:
  • Hacer la prueba del Mantoux a todo el personal que realiza su labor en las zonas con mayor peligro de contagio. 
  • Preparación permanente del personal a la hora de detectar e impedir la propagación de la tuberculosis.
  • El personal que tenga el sistema inmunitario debilitado por cualquier tipo de circunstancia, no debe trabajar en las zonas de máxima exposición de la enfermedad.
  • Si algún trabajador piensa que puede estar contagiado o lo está verdaderamente, no debe volver a trabajar hasta que se le hayan realizado todas las pruebas pertinentes o hasta que haya sido tratado.
PRUEBA DEL MANTOUX

sábado, 26 de octubre de 2013

Importancia de las instalaciones hospitalarias

En esta entrada os vamos a hablar de las instalaciones hospitalarias, puesto que todos los hospitales deben de cumplir una serie de requisitos con respecto a la calidad de las mismas y, de esta manera, poder llevar un mejor control a la hora de evitar la transmisión de las enfermedades nosocomiales. Así mismo, si no se reunieran tales requisitos, se deberían intentar hacer las restauraciones que fueran necesarias.

ORGANIZACIÓN DE OBRAS DE CONSTRUCCIÓN O RESTAURACIÓN

Cuando se crea o se restaura un hospital todas las obras que se realizan deben ir encaminadas a reducir, en la medida de lo posible, la propagación de enfermedades intrahospitalarias. Para ello se precisa la colaboración de, al menos, un miembro del grupo de vigilancia de infecciones, que debe observar y autorizar cualquier obra que se realice. Entre otras cosas, se debe valorar lo siguiente:
  • La magnitud de circulación o movimiento dentro del hospital para intentar favorecer el traslado delos pacientes y disminuir la exposición de pacientes más graves (inmunodeprimidos, pacientes de unidades de alto riesgo, etc).
  • Aislamiento de los pacientes por zonas.
  • Manipulación de materiales que sean sencillos a la hora de limpiarlos y resistentes a los productos empleados para su asepsia.
  • Que haya suficientes zonas para la higiene de las manos y a las que sea fácil entrar.
  • Tiene que haber una cantidad adecuada de habitaciones para aislar a los pacientes que sean necesarios.
  • Las unidades de alto riesgo y las estancias de aislamiento deben tener buenas estructuras de aireación.
  • Tiene que haber estructuras que proporcionen agua potable.
  •  Profilaxis para que los pacientes no entren en contacto con esporas de cualquier microorganismo patógeno durante el proceso de construcción o restauración.

SEPARACIÓN POR ZONAS

Los pacientes deben aislarse por zonas según la gravedad de su situación y según la probabilidad que tengan de adquirir una enfermedad nosocomial. Podemos valorar cuatro zonas según el riesgo:
  • Zonas de poco riesgo: no hay contacto con los pacientes, por ejemplo, vestuarios, secciones administrativas, etc.
 
  • Zonas de riesgo moderado: ya hay contacto con los pacientes, por ejemplo, unidades regulares de atención de pacientes.
  • Zonas de alto riesgo: donde los pacientes presentan un mayor nivel de gravedad o están inmunodeprimidos, por ejemplo, la UCI.
 
  • Zonas de muy alto riesgo: por ejemplo, el quirófano.




miércoles, 23 de octubre de 2013

Signos y síntomas, tratamiento y prevención de las bacteriemias

Hoy vamos a comentar cuales son los principales signos y síntomas, tratamiento y prevención de las bacteriemias, de las que ya hemos hablado en entradas anteriores.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Cuando la bacteriemia es temporal suele ser asintomática, ya que el cuerpo de forma natural suele deshacerse de una pequeña proporción de bacterias en un corto periodo de tiempo. Pero cuando la infección pasa de ser transitoria a estar completamente establecida, pueden aparecer distintos signos y síntomas que debemos reconocer para poner en marcha las medidas de actuación que sean necesarias.
Las manifestaciones que se pueden presentar en estos casos son: frío y escalofríos, irritabilidad, naúseas y vómitos, diarrea, hipotensión, debilidad, diaforesis, somnolencia, hipertermia, pérdida de apetito, etc.
Es importante saber que lo más destacado de las bacteriemias es que suelen dar lugar a una sepsis y shock séptico, que se caracteriza por un descenso acusado de la tensión arterial y una insuficiencia renal aguda que puede llevar a la muerte en los casos más graves.

TRATAMIENTO

La medida más importante para combatir una bacteriemia es el establecimiento del tratamiento antibiótico adecuado de forma rápida y eficiente, ya que ha resultado ser muy efectivo en el descenso de la mortalidad asociada a esta enfermedad. De todas formas, es imprescindible empezar con el tratamiento antibiótico lo antes posible porque cuanto más se retrase su comienzo, más disminuye la probabilidad de supervivencia de los pacientes.

 Así mismo, a la hora de tratar esta infección también se debe tener en cuenta el drenaje o tratamiento quirúrgico inmediato sobre el foco que la originó en los casos que sea necesario, la vigilancia de la funcionalidad de los órganos vitales y llevar a cabo un correcto soporte hemodinámico y respiratorio.

PREVENCIÓN

La prevención de la bacteriemia se basa en la implantación de una serie de medidas de profilaxis tanto a la hora de colocar el catéter intravenoso, como a la hora de mantenerlo en buen estado para que no pueda servir como posible fuente de infección para el paciente y, de esta manera, evitar poner en riesgo su salud e incluso la vida.

Medidas durante la colocación del catéter

Lavado riguroso de las manos.
Utilizar métodos de máxima barrera como gorros, gafas de protección, mascarillas, guantes estériles, etc.
Antisepsis de la piel con clorhexidina.
Si vamos a colocar un catéter venoso central, elegir preferiblemente la vena subclavia.
Medidas para el mantenimiento o conservación del catéter

Lavado riguroso de las manos.
Controlar los apósitos y cambiarlos por uno nuevo siempre que sea necesario (cada 48 horas aproximadamente).
Emplear la máxima asepsia posible de todo el instrumental.
Vigilar todos los días el estado de las vías y retirar las que no hagan falta.