Como se puede observar, estas últimas entradas las he dedicado a hablar de riesgos laborales y medidas de prevención, ya que hablamos de varias enfermedades que se pueden contraer en los hospitales y de diferentes microorganismos y es necesario que se conozcan las medidas de protección para prevenirlas.
Pues en esta entrada, y en la siguiente, hablaremos de las precauciones que hay que tomar frente a la exposición de enfermedades transmitidas por sangre y por gotas respectivamente.
MEDIDAS PREVENTIVAS ANTE ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SANGUÍNEA
- Higiene personal
- Cubrir las heridas con apósitos impermeables.
- Evitar el contacto con estos paciente, en caso de no poder cubrir la herida.
- Lavado de manos.
- No comer, beber, fumar, etc.
- Elementos de protección de barrera
- Utilizar guantes.
- Mascarillas y protección ocular: en procedimientos que puedan ocasionar salpicaduras de sangre.
- Batas: en situaciones que pueda salpicar sangre, fluidos, etc. a la vestimenta del personal.
- Manejo de instrumental cortante y punzante
- Manipularlo con cuidado durante y después de su uso, cuando se están limpiando o cuando se van a eliminar.
- No reencapuchar agujas, ni manipularlas de manera que el bisel quede hacia nuestro cuerpo.
- No separar las jeringas de las agujas con la mano, hacerlo siempre con la tapa del contenedor.
- Eliminarlos en el contenedor apropiado como hemos dicho en entradas anteriores.
- Siempre activar el mecanismo de seguridad en aquellos materiales que lo lleven incorporado.
- Vacunación: la inmunización es la medida más eficaz para proteger a los trabajadores de determinadas enfermedades infecciosas transmitidas por los pacientes. La recomendada al personal sanitario expuesto al riesgos por patógenos de transmisión sanguínea es la vacuna de la HB, por eso es necesario realizar una revisión de las vacunas antes de incorporarse al hospital.
- Cuidados ante pinchazo y salpicaduras (comunicar todas las lesiones al responsable del servio, unidad o planta en la que se esté trabajando)
- Pinchazo: lavar con agua y jabón, aplicar antiséptico (no lejía) y cubrir con apósito impermeable.
- Salpicaduras: en la piel, lavar con agua y jabón. En las mucosas lavar con abundante agua o suero fisiológico.
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