Buenos días, seguimos hablando de los antimicrobianos, es decir, del uso inadecuado de los antibóticos. Cada establecimiento de salud debe tener un programa de uso de antimicrobianos. La meta es asegurar un sistema económico y eficaz de receta de medicamentos para reducir al mínimo la selección de microorganismos resistentes. Esta política debe ponerse en práctica por medio del comité de uso de antimicrobianos. Por lo tanto:
- El uso de cualquier antibiótico debe justificarse a partir del diagnóstico clínico y de los microorganismos infecciosos conocidos o previstos.
- Se necesita obtener especímenes apropiados para examen bacteriológico antes de iniciar el tratamiento con antibióticos con el fin de confirmar que el tratamiento sea apropiado.
- La selección de un antibiótico debe basarse no solamente en la naturaleza de la enfermedad y de los agentes patógenos, sino también en el patrón de sensibilidad, la tolerancia del paciente y el costo.
- El médico debe recibir información oportuna y pertinente sobre la prevalencia de resistencia en el establecimiento de atención de la salud.
- Se debe usar un agente con el menor espectro posible.
- Es preciso evitar las combinaciones de antibióticos, si es posible.
- Se puede restringir el uso de determinados antibióticos.
- Hay que usar la dosis correcta. Las dosis pequeñas pueden carecer de eficacia para tratar as infecciones y pueden fomentar la manifestación de cepas resistentes. Por otra parte, las dosis excesicas pueden aumentar los efectos adversos y quizá no previenen la resistencia.
Por lo común, un tratamiento con antibióticos debe ser de duración limitada de 5 a 14 días, dependiendo del tipo de infección. Hay determinadas indicaciones para tratamientos más prolongados. Por regla general, si un antibiótico no muestra ser eficaz al cabo de tres días de tratamiento, es preciso descontinuarlo y reevaluar el cuadro clínico.
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