viernes, 15 de noviembre de 2013

Importancia de los sistemas de perfusión

En una de las entradas de estos días os hemos hablado de la gran importancia que tiene no reutilizar las agujas de insulina con el fin de prevenir las infecciones, y hoy nos centraremos en algo que se hace a menudo en nuestros hospitales, como es la perfusión de sueroterapia a través de sistemas de goteo. Y si alguno de vosotros habéis hecho o estáis haciendo prácticas seguro que os habéis fijado en que muchas veces se reutiliza el mismo sistema para un cambio de suero, por eso queremos explicaros que esto no se debe hacer y cual sería una técnica adecuada.

Sistemas de perfusión
  • Evitar las conexiones innecesarias y limitar, en lo posible, el número de puertas de entrada para mantener el circuito cerrado estéril, y siempre que se vayan a manipular los equipos, lávese las manos con la máxima asepsia y colóquese los guantes que correspondan.
  • Controlar con frecuencia la velocidad de flujo y reajustarla si fuera preciso. Evite el lavado o irrigación del sistema para mejorar el flujo y en caso de obstrucción aspirar con jeringa, comprobando si se libera la vía, en caso contrario, retírela.
  • Evitar acodamientos del catéter y equipo.
  • Si por accidente se saliera no reintroducir nunca.
  • En caso de rotura del catéter, pinzarlo y avisar al médico.
  • Si la parte proximal de éste queda dentro, colocar inmediatamente un compresor por encima de la zona de punción.
  • Aplicar antiséptico antes y después de utilizar las llaves de tres vías o válvulas de sistema cerrado, tanto en el caso de administrar medicación en perfusión intermitente como en bolo. Éstas permanecerán tapadas entre usos, utilizando un tapón estéril después de cada uso.
  • No reutilizarlos.
  • Conocer la compatibilidad de las soluciones a infundir si han de ser administradas por la misma luz del catéter.
  • Utilizar una luz del catéter exclusivamente para Nutrición parenteral.
  • Lavar bien la vía venosa con suero fisiológico después de una transfusión de sangre o hemoderivados, perfusión de líquidos o medicación intermitente, salvo que sea un fármaco vasoactivo.
  • Restringir las extracciones de sangre desechando 10mL y, posteriormente, lavar la luz del catéter. Las llaves deben cambiarse si están manchadas de sangre.
  • Cambiar el sistema de goteo y dispositivos adicionales cada 72 horas, excepto para nutrición parenteral que será cada 24 horas, perfusiones lipídicas cada 12 horas y siempre después de administrar sangre y/o sus derivados.
Cambio de sistema completo de perfusión ¿Cómo debe hacerse?
  1. Lavado higiénico de manos
  2. Colóquese guantes limpios
  3. Cierre el paso al paciente, desconecte el sistema previamente cerrado y deséchelo
  4. Conecte el nuevo sistema purgado
  5. Restablezca el paso de la perfusión hacia el paciente y regule de nuevo el ritmo de goteo
  6. Registre la fecha y hora de cambio del sistema
  7. Retire los guantes. Lavado de manos

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