miércoles, 30 de octubre de 2013

Tratamiento de las úlceras por presión

Hoy, como ya hemos comentado en una de las entradas de ayer, vamos a hablar del tratamiento que se debe aplicar cuando ya se ha producido una úlcera por presión. La finalidad de este tratamiento será: conseguir reducir la presión de la zona afectada lo máximo posible, curar la lesión e impedir su empeoramiento y, evitar la formación de nuevas escaras.

TRATAMIENTO DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN

Antes de empezar con el tratamiento debemos considerar el estado del paciente: como se encuentra físicamente y mentalmente, si presenta un adecuado aporte alimenticio, enfermedades que padece, si toma algún tipo de medicación, si tiene conocidos o familiares que lo puedan ayudar en la profilaxis y tratamiento de las escaras, etc.
Es importante saber que el tratamiento no es el mismo para todas las úlceras, sino que va a depender de las características y del grado en que se encuentren. Por lo tanto, a la hora de valorar la escara tendremos en cuenta:
  • Su tamaño (cómo es de larga, ancha y profunda).
  • Si es dolorosa.
  • Si presenta conductos y llagas.
  • Tipo de tejido que presenta la parte central de la lesión (enrojecido, cicatrizante, necrosado, con o sin exudado, seco, etc).
  • Si hay señales de infección (local o general).
  • Características de la piel que rodea a la lesión.
  • Progreso de la herida.
  • Etc.
Una vez revisados todos los aspectos anteriores procederemos a realizar el tratamiento o cura de la úlcera. Las pautas a seguir, según el grado de la lesión, son las siguientes:

Úlcera de grado 1

  • Realizar cambios posturales en periodos de tiempo más cortos.
  • Emplear elementos como los apósitos que ayudan a aliviar la presión, ofrecen protección contra el rozamiento y están preparados para no lesionar la piel sana.
  • Utilizar aceites ricos en ácidos grasos hiperoxigenados, como el corpitol, que ayudan a fortalecer la piel y a reducir las secuelas que provoca la falta de oxígeno en los tejidos.
Úlcera de grado 2

  • Realizar las mismas medidas de profilaxis aplicadas para la escara de grado 1.
  • Limpiar bien la herida con suero fisiológico sin presionar demasiado.
  • Retirar el contenido de la flictena y la capa superficial que la cubre.
  • Emplear apósitos hidrocoloides ya que favorecen la cicatrización y la higiene de la lesión.

Úlceras de grado 3 y 4

  • Limpiar la herida con suavidad empleando suero fisiológico.
  • Mantener medidas de profilaxis ante la infección. La escara se considera infectada una vez transcurridas 6 horas desde su formación, por lo tanto, si se detecta cualquier señal de infección se debe realizar un cultivo de la lesión y, en caso de dar positivo se administrarán tratamientos antibióticos. También existen apósitos de plata que ayudan a controlar la infección.
  • Eliminar el tejido muerto empleando pomadas y apósitos específicos para ello o utilizando un bisturí y unas pinzas (esto último se conoce como desbridamiento y debe ser realizado siempre por personal especializado).
  • Favorecer la cicatrización mediante el empleo de apósitos que ayuden a mantener la humedad y la temperatura adecuadas en la lesión.
 
Algunos de los materiales empleados en la cura de las úlceras

SUERO FISIOLÓGICO
APÓSITO HIDROCOLOIDE













ACEITE CON ÁCIDOS GRASOS HIPEROXIGENADOS


  POMADA DESBRIDANTE












PINZA

BISTURÍ





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