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domingo, 17 de noviembre de 2013

Prevención y tratamiento de la conjuntivitis

Como ya dijimos en previas entradas, hoy vamos a hablar sobre los métodos de prevención y el tratamiento de la conjuntivitis.

PREVENCIÓN DE LA CONJUNTIVITIS

La conjuntivitis, como ya sabemos, es una enfermedad altamente contagiosa y por ello es conveniente seguir una serie de procedimientos de profilaxis para reducir al máximo tanto la probabilidad de contagiar como la de ser contagiados. Son las siguientes:
  • Mantener una estricta higiene de las manos.
  • Si la patología solamente se da en uno de los dos ojos habrá que secar cada ojo con una toalla diferente.
  •  No manosear ni frotarse los ojos.
  • Emplear distintos frascos de colirio, nunca utilizar el mismo para el ojo sano que para el afectado aunque pertenezca al mismo individuo.
  • Al terminar de administrar los colirios o las pomadas siempre se debe realizar una correcta higiene de las manos.
  • No se deben utilizar las mismas almohadas, toallas, sábanas y paños que haya empleado la persona infectada. Estos elementos hay que lavarlos en condiciones y, posteriormente, hay que realizar la higiene de las manos.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Síntomas, pruebas, tratamiento y pronóstico de la hepatitis A.

En esta entrada os seguimos hablando cómo ya os hemos dicho de la hepatitis A.

Síntomas, generalmente suelen aparecer de 2 a 6 semanas después de estar expuesto al virus de la hepatitis A. Normalmente son leves, pero pueden durar hasta varios meses, sobre todo en adultos. Los síntomas son: orina oscura, fatiga, picazón, inapetencia, fiebre baja, náusea y vómitos, heces de color arcilla o pálidas y piel amarilla (ictericia).


Pruebas y exámenes, el medico llevará a cabo un examen físico y puede así descubrir que tiene un agrandamiento y sensibilidad en el hígado. Los exámenes de sangre pueden mostrar:
  • Anticuerpo IgM e IgG elevados por la hepatitis A (los IgM resultan positivos antes que lo IgG).
  • Enzimas hepáticas elevadas, especialmente las enzimas transaminasas.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Prevención y tratamiento de la bronquitis aguda

Hoy, como ya comentamos en una de las entradas de ayer, vamos a explicar las medidas de prevención y el tratamiento que se debe seguir para evitar o solucionar la bronquitis aguda.

PREVENCIÓN 

La bronquitis aguda es una patología que no se puede evitar en todos los casos, no obstante, existen una serie de medidas de profilaxis que se pueden adoptar para intentar reducir la probabilidad de padecerla. Son las siguientes:
  • Recibir la vacuna contra el virus de la gripe, por ejemplo, es una buena manera de protegerse contra esta enfermedad puesto que, después de haber padecido una gripe, pueden aparecer complicaciones que aumenten el riesgo de desarrollar una bronquitis aguda. Es importante que el personal de riesgo, como los trabajadores del hospital, se la administren.
  • Mantener una correcta higiene de manos es indispensable para minimizar el riesgo de contagiar y ser contagiados.
  • No permanecer cerca de las personas que puedan estar afectadas.
  • Emplear mascarillas y taparse la boca a la hora de toser o estornudar.
  • No fumar.

TRATAMIENTO

Aunque, normalmente, la infección de la bronquitis aguda suele resolverse por sí sola, existen una serie de conductas que pueden ayudar a mejorar los síntomas y a recuperarse más rápidamente. Son las siguientes:
  • Mantener un adecuado descanso.
  • Ingerir abundantes líquidos, preferiblemente agua o zumos.
  • Empleo de humidificadores.
  • Utilización de calmantes para disminuir la inflamación, eliminar o paliar el dolor y disminuir la hipertermia.
  • Uso de AINES (antiinflamatorios no esteroideos) como el ácido acetilsalicílico (aspirina), el ibuprofeno, etc, para tratar de disminuir la inflamación y los dolores ocasionados por la infección.
  • Empleo de paracetamol para disminuir la pirexia y el dolor.
  • Siempre que la tos no vaya acompañada de secreciones se pueden tomar inhibidores de la tos, a excepción de los niños.
  • Utilización de antibióticos, recetados por el médico, sólo en caso de que la bronquitis aguda esté originada por bacterias, ya que si el germen causal es un virus no son eficaces.
  • No fumar. 

 
 
 
 
 

martes, 12 de noviembre de 2013

Factores de riesgo y tratamiento de la legionella

Hoy, como ya mencionamos en previas entradas, vamos a hablar de los factores de riesgo que incrementan las posibilidades de contraer legionella y del tratamiento empleado para erradicarla.

FACTORES DE RIESGO DE LA LEGIONELLA

Todo el mundo puede contagiarse con los gérmenes patógenos responsables de la legionella, sin embargo, existen determinados factores de riesgo que intensifican las probabilidades de padecer esta patología y hacen que el tratamiento no sea tan efectivo. Son los siguientes:
  • Edad avanzada.
  • Nutrición insuficiente o inadecuada.
  • Consumo de alcohol.
  • Consumo de tabaco.
  • Empleo de medicamentos inmunosupresores, por ejemplo, los corticoides.
  • Estar inmunodeprimido debido a la existencia de determinadas patologías como neoplasias, VIH, etc. También las personas a las que se les ha realizado trasplantes o cualquier otro tipo de intervención quirúrgica.
  • Sufrir determinadas patologías que afectan al sistema respiratorio como, por ejemplo, EPOC, asma, etc.
  • Padecer enfermedades como insuficiencia cardiaca y renal o diabetes.
  • Empleo de ventilación mecánica durante mucho tiempo.
  • Ser varón incrementa la probabilidad de adquirir legionella.

TRATAMIENTO

El tratamiento que se suele emplear a la hora de combatir la legionella son los antibióticos. Dentro de estos medicamentos el más utilizado durante mucho tiempo fue la eritromicina pero, hoy en día, se han ido incorporando nuevos antibióticos del grupo de los macrólidos (azitromicina, claritromicina) y de las quinolonas (levofloxacino, ciprofloxacino, moxifloxacino) que son más efectivos y que ofrecen una mayor tolerancia por parte del paciente, presentándose menos efectos secundarios. En algunos casos también se ha empleado la rifampicina junto con la eritromicina o las quinolonas para prevenir el desarrollo de resistencias.

El paciente tiene que tomar la medicación durante un periodo de 10-14 días aproximadamente, aunque puede durar más tiempo dependiendo de la gravedad de la situación. La reacción al tratamiento es, por lo general, favorable y rápida, no obstante, en ocasiones también se requiere:
  • Traslado a la UCI.
  • Ventilación mecánica.
  • Tratamiento con antipiréticos.
  • Realización de drenajes en la zona del pecho.

Comenzar con el tratamiento lo antes posible es indispensable para que el paciente se recupere adecuadamente y para que no aumente el número de fallecidos a causa de esta enfermedad.

Otro detalle a destacar es que, por el momento, no hay ninguna vacuna contra la legionella, aunque parece ser que los pacientes afectados por esta patología, tras haberse recuperado de la enfermedad, tienen muchas menos posibilidades de volver a padecer una segunda infección porque desarrollan cierta resistencia contra la misma durante un periodo de dos años aproximadamente.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Pevención, diagnóstico y tratamiento de la varicela.

Buenas tardes, vamos a seguir hablando de la varicela, en este caso os vamos a hablar de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad.

La prevención, el objetivo de la vacuna es evitar la propagación de la enfermedad, sus complicaciones y la reinfección posterior en forma de herpes zoster (adultos). Puede administrarse en una única dosis, es muy bien tolerada y, generalmente, no presenta reacciones importantes en niños y adolescentes sanos. Los efectos secundarios son leves y se manifiestan en forma de enrojecimiento, dolor e inflamación en el área donde se ha aplicado. Asimismo, puede ocasionar mareos, cansancio, fiebre o náusesas. La vacuna previene la enfermedad hasta un 80% de los casos y se administras a niños sanos entre 12 y 18 meses de edad. A partir de los 13 años pueden ser inmunizados con dos dosis. Puede aplicarse junto a otras vacunas. Sin embargo, no debe administrarse a personas con un sistema inmune ébil o a las mujeres embarazadas. Las personas que no han sido vacunadas en su momento y corren un riesgo importante de sufrir complicaciones reciben anticuerpo una vez que han contraído la enfermedad.

El diagnóstico, el médico suele reconocwer con gran facilidad la varicela porque la erupción y el resto de los síntomas son muy claros.
 
El tratamiento, la varicela requiere una terapia antiviral y sintomática. La terapia sintomática se realiza con analgésicos, antihistamínicos y cremas que calman el picor. Su efecto es paliativo y transitorio. También son recomendables las compresas húmedas o los baños tibios para limpiar las heridas que se producen al rascar las ampollas y avitar posibles infecciones. En caso de infección bacteriana se administran antibióticos y si surgen complicaciones serias se emplean medicamentos antivirales.
 
Las personas que corren el riesgo de sufrir la varicela son las que tienen las defensas reducidas, los niños prematuros o menores de un año y los recién nacidos cuyas madres han sufrido la varicela antes del embarazo.

Síntomas y tratamiento del VIH

Las personas que resultan infectadas por el VIH pueden no tener ningún síntoma hasta los 10 años, pero es muy importante saber que, a pesar de esto, si pueden transmitirle la infección a otros. Después de entrar en contacto con el virus, pueden pasar hasta 3 meses para que un examen de sangre muestre que la persona tiene VIH.

Algunos síntomas relacionados con la infección por VIH comprende:
  • Diarrea crónica durante más de un mes.
  • Fatiga persistente y aguda.
  • Fiebre o sudoración nocturna.
  • Candidiasis vaginal frecuente.
  • Dolor de cabeza.
  • Úlceras bucales, incluida la infección por cándida (candidiasis bucal).
  • Rigidez o dolor muscular.
  • Erupción cutánea de diversos tipos, incluidas dermatitis seborreica y psoriasis.
  • Dolor de garganta.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos.
Notamuchas personas no tienen síntomas cuando reciben el diagnóstico de infección por VIH.

Tratamiento
Por lo general, los médicos recomiendan medicamentos para pacientes que se comprometen a tomar toda la medicación y tienen un conteo de CD4 por debajo de 500 células/mm3 (señal de un sistema inmunitario debilitado). Algunas personas, entre las que se incluyen las mujeres embarazadas y las personas con problemas neurológicos o renales relacionados con el VIH, pueden necesitar tratamiento sin importar su conteo de CD4.

Es extremadamente importante que las personas con VIH tomen todas las dosis de medicamentos, De lo contrario, el virus puede volverse resistente a los fármacos, motivo del cual ya os hemos hablado en otras entradas. La terapia involucra siempre una combinación de medicamentos antivirales. Las mujeres embarazadas con infección por VIH reciben tratamiento para reducir la posibilidad de transmitir la infección al bebé.

Hay que concienciar a las personas con infección por VIH con relación a su enfermedad y a su tratamiento, de modo que puedan ser partícipes activos en la toma de decisiones junto con su médico.


A cosntinuación os dejamos un enlace con un programa interactivo publicado por el Instituto de Educación al Paciente y autorizado por Medlineplus en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, en el que podéis encontrar preguntas con sus respuestas, entre otras cosas.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Prevención y tratamiento de la tos ferina

Hoy, como ya comentamos en una de las entradas de ayer, vamos a centrarnos en los mecanismos de prevención y el tratamiento de la tos ferina. Mañana hablaremos de su diagnóstico y de las posibles complicaciones que pueden aparecer como consecuencia de esta infección.

PREVENCIÓN 

Para impedir que la tos ferina se disemine es necesario establecer todos los métodos de profilaxis que sean necesarios. Una de las primeras medidas que deben de seguir todos los individuos que hayan estado cerca de una persona afectada es realizar un buen lavado de manos y recibir la medicación antibiótica más adecuada (siempre recetada por un médico). El medicamento más utilizado en estos casos es la eritromicina 500 mg, que se suele administrar durante un periodo de dos semanas aproximadamente.
No obstante, aunque existe tratamiento antibiótico, el mejor mecanismo de profilaxis para evitar la propagación de esta patología es la vacuna DTP, formada por toxinas bacterianas inactivadas de las enfermedades de la difteria, el tétanos y la tos ferina. Se administra principalmente a los niños de menos de siete años y, por lo general, la vacuna comienza a hacer efecto a partir de la tercera dosis.
Además de todas estas medidas es muy importante, dentro del ámbito hospitalario, que los trabajadores avisen a las autoridades sanitarias si se piensa que un paciente puede estar infectado por esta enfermedad, así reduciremos la probabilidad de contagio hacia otras personas.


TRATAMIENTO

La medicación más adecuada para tratar la tos ferina es la administración de antibióticos. Existen diversos tipos de antibióticos como la claritromicina o la azitromicina aunque el más utilizado es la eritromicina. En caso de que el organismo de la persona afectada no soporte bien este tipo de medicamentos también se puede emplear el trimetoprim-sulfametoxazol (otro antibiótico). Para que tengan el efecto deseado a la hora de tratar esta patología, estos medicamentos deben de administrarse cuanto antes.
En el caso de los bebés y los niños pequeños, es muy importante vigilarlos todo lo que se pueda ya que, en los casos más graves, puede aparecer una apnea respiratoria siendo necesario el ingreso hospitalario y, a veces, el empleo de ventilación mecánica.
Por último, se debe saber que los fármacos para tratar la tos y la eliminación de las secreciones del sistema respiratorio son ineficaces.

martes, 5 de noviembre de 2013

Prevención y tratamiento de la hepatitis C

Hoy os vamos a hablar sobre los métodos de prevención y los tratamientos más adecuados de la hepatitis "C", como ya comentamos en entradas anteriores.

PREVENCIÓN DE LA HEPATITIS "C"

En la actualidad, todavía no existen vacunas que ayuden a protergernos ante esta enfermedad, por eso es muy importante extremar las precauciones. Algunas de las medidas que pueden adoptarse dentro del hospital para evitar el contagio son las siguientes:
  • Tener una buena higiene personal e intentar que no haya aglomeraciones de gente.
  • Utilización de guantes. Cuando se vaya a pinchar a un paciente afectado conviene utilizar doble guante para reducir el riesgo de pincharse.
  •  Evitar contactar con la sangre de los pacientes infectados y tapar cualquier herida cutánea que tengamos.
  • Dar inyecciones sólo cuando sea necesario.
  • No realizar transfusiones de sangre o transplantes de órganos que estén contaminados.
  • Deshacerse del material sanitario que pueda estar infectado.
  • No beber agua en las áreas del hospital en las que no exista un control apropiado.
  • Mantener una buena vigilancia epidemiológica en todo momento.

TRATAMIENTO

El tratamiento de la hepatitis C consiste en la utilización de medicamentos antivirales para impedir que el virus se multiplique en el interior de las células hepáticas, sin embargo, no todos son igual de efectivos ya que depende de una serie de factores, tales como: la fase en la que está la patología (aguda o crónica), el modelo de virus que sea (se conocen seis tipos diferentes de virus de la hepatitis C), la proporción de agentes infecciosos que se encuentran en el torrente circulatorio, etc. Por todo ello, el tratamiento será establecido por el médico teniendo en cuenta todas las características mencionadas. 
La medicación más utilizada para tratar esta patología es una mezcla de ribavirina e interferón, que seadministra durante 24-48 semanas aproximadamente, sin embargo, no todos los pacientes responden adecuadamente a este tratamiento aunque, gracias a los nuevos avances de la ciencia, se han creado nuevos fármacos (boceprevir y telaprevir) que, junto con los dos mencionados anteriormente, consiguen muy buenos resultados en el tratamiento de esta enfermedad y tienen menores efectos adversos en la mayoría de los pacientes. 
Además de seguir el tratamiento indicado por el médico también se aconseja llevar una alimentación saludable y con pocas grasas, beber muchos líquidos para evitar la deshidratación, no consumir alcohol, no tomar ningún tipo de medicación que no haya sido recetada por el médico, descansar, etc.
En los casos más graves, cuando el hígado ya está totalmente deteriorado y no se puede recuperar poniendo en riesgo la vida del paciente, se plantea la opción del transplante.






Diagnóstico y tratamiento del virus de la gripe

Buenos días! Ayer os explicamos la forma de transmisión y la prevención del virus de la gripe, por lo tanto hoy os hablaremos un poco más de su diagnóstico y de su posible tratamiento. Un tema de gran interés, ya que todos los años se producen epidemias de enfermedades respiratorias causadas por la gripe durante el final del otoño o el comienzo del invierno. A pesar de que muchos virus respiratorios pueden causar síntomas de gripe, los virus A y B de la gripe suelen ser responsables de las epidemias hacia el final del otoño el invierno.

Síntomas de gripe

Al comienzo, la gripe cursa con dolores de cabeza, escalofríos y tos seca, síntomas a los que le sigue la fiebre (aparece en el segundo o tercer día) que puede subir hasta 38'5 o 39'5ºC, dolor muscular en brazos, piernas y espalda, y un estado de malestar general y cansancio. Con la fiebre los síntomas respiratorios se hacen visibles: congestión nasal, enrojecimiento y malestar en la garganta.

Al principio, los síntomas respiratorios pueden ser relativamente débiles; posteriormente, la tos puede intensificarse y agregarse esputos. En muchos casos la piel adquiere una temperatura elevada y está enrojecida, especialmente la cara. El enfermo, especialmente si es un niño, puede presentar náusea y vómitos. Los síntomas suelen aparecer durante una semana, luego desaparecen, aunque permanece la sensación de cansancio e inapetencia unos días más. Muy pocas veces la gripe va acompañada de síntomas gastrointestinales.

Al cabo de 2 o 3 días, la mayor parte de la sintomatología desaparece rápidamente, si bien en cuertos casos la fiebre dura hasta 5 días. Sin embargo, la bronquitis y la tos pueden persistir durante 10 días o más y los cambios producidos en las vías respiratorias tardan de 6 a 8 semanas en resolverse completamente. La debilidad y la fatiga pueden prolongarse durante varios días o en ocasiones durante semanas.

Diagnóstico
Por lo general, todos conocen los síntomas de la gripe, y dado que se produce por epidemias, su diagnóstico suele ser correcto por la propia persona o por su entorno cercano. Lo que le diferencia de un catarro común es su gravedad y la presencia de fiebre muy alta. Para identificar la infección por el virus de la gripe se puede realizar una prueba a partir de una muestra de sangre, aunque no siempre es necesario llevar a cabo este procedimiento. 
El mejor modo de establecer el diagnóstico es recuperando el virus mediante un cultivo de secreciones respiratorias.

Tratamiento
El mejor tratamiento es "pasar la gripe", lo que significa que hoy por hoy no tiene curación. Aún así, existen algunos fármacos antivirales (no antibióticos) y remedios de origen natural que pueden reducir la intensidad de los episodios.
Las recomendaciones médicas resultan muy familiares: permanecer en cama y reposar, beber mucho líquido (zumos y caldos) y recurrir a los antitérmicos, analgésicos antipiréticos para rebajar los síntomas, fundamentalmente desde el momento en el que éstos comienzan hasta 24 ó 49 horas después de que la temperatura corporal vuelva a la normalidad. Los antibióticos no sirven para tratar un cuadro gripal, ya que la acción de estos fármacos sólo se dirige hacia las bacterias, y la gripe está producida por un agente viral; sólo en caso de que evolucione hacia complicaciones como neumonía o bronquitis tiene sentido valerse del tratamiento antibiótico. Pero, además de los fármacos antivirales, el paciente tiene la posibilidad de recurrir a terapias naturales para reducir la agresividad de los síntomas.


sábado, 2 de noviembre de 2013

Tratamiento de la tuberculosis

Como ya comentamos en previas entradas, vamos a hablar del tratamiento de la tuberculosis ya que, una vez se ha diagnosticado la enfermedad, es de vital importancia comenzar con la medicación apropiada lo antes posible.

TRATAMIENTO DE LA TUBERCULOSIS

La tuberculosis es una enfermedad que tiene cura siempre y cuando consigamos detectarla a tiempo. Si se comienza a tomar la medicación correspondiente cuanto antes, la persona afectada puede recuperarse totalmente sin transmitir la enfermedad a más gente y disminuye mucho la probabilidad de recidiva.

La medicación empleada es muy efectiva y consiste en la ingesta de diversos tipos de antibióticos, recetados por el médico, durante un tiempo estimado de seis meses como mínimo. Los más habituales son la isoniazida y la rifampicina, que se administran conjuntamente asociados con uno o dos medicamentos más durante dos meses aproximadamente ya que, de esta manera, la acción sobre los microorganismos es más activa desde el inicio.



Los síntomas de la tuberculosis suelen mostrar una ligera mejoría en torno a las 2-3 primeras semanas de estar recibiendo el tratamiento, no obstante, no se debe dejar de tomar la medicación bajo ninguna circunstancia ya que, sino, se corre el riesgo de volver a recaer nuevamente y los microorganismos se pueden volver más resistentes a los antibióticos habituales, complicando el posterior tratamiento. En estas 2-3 primeras semanas a base de antibióticos, la probabilidad de contagiar a otras personas disminuye considerablemente.

En situaciones normales no se necesita ingreso hospitalario, salvo que la enfermedad se haya extendido hacia otras zonas de mayor importancia, como el cerebro, poniendo en riesgo la vida del paciente si no se trata con la mayor brevedad posible.







miércoles, 30 de octubre de 2013

Tratamiento de las úlceras por presión

Hoy, como ya hemos comentado en una de las entradas de ayer, vamos a hablar del tratamiento que se debe aplicar cuando ya se ha producido una úlcera por presión. La finalidad de este tratamiento será: conseguir reducir la presión de la zona afectada lo máximo posible, curar la lesión e impedir su empeoramiento y, evitar la formación de nuevas escaras.

TRATAMIENTO DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN

Antes de empezar con el tratamiento debemos considerar el estado del paciente: como se encuentra físicamente y mentalmente, si presenta un adecuado aporte alimenticio, enfermedades que padece, si toma algún tipo de medicación, si tiene conocidos o familiares que lo puedan ayudar en la profilaxis y tratamiento de las escaras, etc.
Es importante saber que el tratamiento no es el mismo para todas las úlceras, sino que va a depender de las características y del grado en que se encuentren. Por lo tanto, a la hora de valorar la escara tendremos en cuenta:
  • Su tamaño (cómo es de larga, ancha y profunda).
  • Si es dolorosa.
  • Si presenta conductos y llagas.
  • Tipo de tejido que presenta la parte central de la lesión (enrojecido, cicatrizante, necrosado, con o sin exudado, seco, etc).
  • Si hay señales de infección (local o general).
  • Características de la piel que rodea a la lesión.
  • Progreso de la herida.
  • Etc.
Una vez revisados todos los aspectos anteriores procederemos a realizar el tratamiento o cura de la úlcera. Las pautas a seguir, según el grado de la lesión, son las siguientes:

Úlcera de grado 1

  • Realizar cambios posturales en periodos de tiempo más cortos.
  • Emplear elementos como los apósitos que ayudan a aliviar la presión, ofrecen protección contra el rozamiento y están preparados para no lesionar la piel sana.
  • Utilizar aceites ricos en ácidos grasos hiperoxigenados, como el corpitol, que ayudan a fortalecer la piel y a reducir las secuelas que provoca la falta de oxígeno en los tejidos.
Úlcera de grado 2

  • Realizar las mismas medidas de profilaxis aplicadas para la escara de grado 1.
  • Limpiar bien la herida con suero fisiológico sin presionar demasiado.
  • Retirar el contenido de la flictena y la capa superficial que la cubre.
  • Emplear apósitos hidrocoloides ya que favorecen la cicatrización y la higiene de la lesión.

Úlceras de grado 3 y 4

  • Limpiar la herida con suavidad empleando suero fisiológico.
  • Mantener medidas de profilaxis ante la infección. La escara se considera infectada una vez transcurridas 6 horas desde su formación, por lo tanto, si se detecta cualquier señal de infección se debe realizar un cultivo de la lesión y, en caso de dar positivo se administrarán tratamientos antibióticos. También existen apósitos de plata que ayudan a controlar la infección.
  • Eliminar el tejido muerto empleando pomadas y apósitos específicos para ello o utilizando un bisturí y unas pinzas (esto último se conoce como desbridamiento y debe ser realizado siempre por personal especializado).
  • Favorecer la cicatrización mediante el empleo de apósitos que ayuden a mantener la humedad y la temperatura adecuadas en la lesión.
 
Algunos de los materiales empleados en la cura de las úlceras

SUERO FISIOLÓGICO
APÓSITO HIDROCOLOIDE













ACEITE CON ÁCIDOS GRASOS HIPEROXIGENADOS


  POMADA DESBRIDANTE












PINZA

BISTURÍ





miércoles, 23 de octubre de 2013

Signos y síntomas, tratamiento y prevención de las bacteriemias

Hoy vamos a comentar cuales son los principales signos y síntomas, tratamiento y prevención de las bacteriemias, de las que ya hemos hablado en entradas anteriores.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Cuando la bacteriemia es temporal suele ser asintomática, ya que el cuerpo de forma natural suele deshacerse de una pequeña proporción de bacterias en un corto periodo de tiempo. Pero cuando la infección pasa de ser transitoria a estar completamente establecida, pueden aparecer distintos signos y síntomas que debemos reconocer para poner en marcha las medidas de actuación que sean necesarias.
Las manifestaciones que se pueden presentar en estos casos son: frío y escalofríos, irritabilidad, naúseas y vómitos, diarrea, hipotensión, debilidad, diaforesis, somnolencia, hipertermia, pérdida de apetito, etc.
Es importante saber que lo más destacado de las bacteriemias es que suelen dar lugar a una sepsis y shock séptico, que se caracteriza por un descenso acusado de la tensión arterial y una insuficiencia renal aguda que puede llevar a la muerte en los casos más graves.

TRATAMIENTO

La medida más importante para combatir una bacteriemia es el establecimiento del tratamiento antibiótico adecuado de forma rápida y eficiente, ya que ha resultado ser muy efectivo en el descenso de la mortalidad asociada a esta enfermedad. De todas formas, es imprescindible empezar con el tratamiento antibiótico lo antes posible porque cuanto más se retrase su comienzo, más disminuye la probabilidad de supervivencia de los pacientes.

 Así mismo, a la hora de tratar esta infección también se debe tener en cuenta el drenaje o tratamiento quirúrgico inmediato sobre el foco que la originó en los casos que sea necesario, la vigilancia de la funcionalidad de los órganos vitales y llevar a cabo un correcto soporte hemodinámico y respiratorio.

PREVENCIÓN

La prevención de la bacteriemia se basa en la implantación de una serie de medidas de profilaxis tanto a la hora de colocar el catéter intravenoso, como a la hora de mantenerlo en buen estado para que no pueda servir como posible fuente de infección para el paciente y, de esta manera, evitar poner en riesgo su salud e incluso la vida.

Medidas durante la colocación del catéter

Lavado riguroso de las manos.
Utilizar métodos de máxima barrera como gorros, gafas de protección, mascarillas, guantes estériles, etc.
Antisepsis de la piel con clorhexidina.
Si vamos a colocar un catéter venoso central, elegir preferiblemente la vena subclavia.
Medidas para el mantenimiento o conservación del catéter

Lavado riguroso de las manos.
Controlar los apósitos y cambiarlos por uno nuevo siempre que sea necesario (cada 48 horas aproximadamente).
Emplear la máxima asepsia posible de todo el instrumental.
Vigilar todos los días el estado de las vías y retirar las que no hagan falta.