En esta entrada pasaremos a hablar de la rubeola, debido a que todo personal sanitario está expuesto a contraer cualquier tipo enfermedad.
La rubeola es una infección causada por un virus y se transmite a través de "gotitas" que se encuentran suspendidas en el aire al toser, hablar o estornudar la persona enferma. Por norma general, es leve en niños pero muy grave en embarazadas puesto que puede ocasionar maldeformaciones en el feto o, mismamente su muerte.
Para esta enfermedad no existe un tratamiento específico, sino que se puede prevenir gracias a las vacunas (la triple viral) que se administra en edad infantil.
CAUSAS
Como ya hemos dicho anteriormente, el agente causal de esta enfermedad es un virus. Así que una persona enferma puede transmitir la enfermedad desde una semana antes de la aparición de la erupción cutánea hasta 1-2 semanas después de que desaparece.
Pero como se le administra a los niños la triple viral, últimamente existen pocos casos de rubeola, y entonces las personas con esta vacuna tienen defensas suficientes para luchar contra la rubeola.
Qué pasa, pues que en algunos adultos la vacuna puede desaparecer y por lo tanto, estos colectivos tienen un alto riesgo de contraer la enfermedad.
RUBEOLA CONGÉNITA
Esta aparece cuando una madre infectada por el virus se lo transmite a su hijo estando embarazada. El riesgo del síndrome de rubeola congénita aparece en países donde no existe vacunación contra la rubeola.
Los síntomas que pueden aparecer son: problemas de oído, oculares y cardíacos. Otros permanentes son: autismo, diabetes y disfunción tiroidea.
Gracias a la vacuna se han eliminado muchos casos de rubeola y síndrome de rubeola congénita tanto en países desarrollados como en países en desarrollo.
A continuación dejamos un pequeño vídeo que nos explica de forma bastante visual lo que acabamos de comentar
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