martes, 12 de noviembre de 2013

Factores de riesgo y tratamiento de la legionella

Hoy, como ya mencionamos en previas entradas, vamos a hablar de los factores de riesgo que incrementan las posibilidades de contraer legionella y del tratamiento empleado para erradicarla.

FACTORES DE RIESGO DE LA LEGIONELLA

Todo el mundo puede contagiarse con los gérmenes patógenos responsables de la legionella, sin embargo, existen determinados factores de riesgo que intensifican las probabilidades de padecer esta patología y hacen que el tratamiento no sea tan efectivo. Son los siguientes:
  • Edad avanzada.
  • Nutrición insuficiente o inadecuada.
  • Consumo de alcohol.
  • Consumo de tabaco.
  • Empleo de medicamentos inmunosupresores, por ejemplo, los corticoides.
  • Estar inmunodeprimido debido a la existencia de determinadas patologías como neoplasias, VIH, etc. También las personas a las que se les ha realizado trasplantes o cualquier otro tipo de intervención quirúrgica.
  • Sufrir determinadas patologías que afectan al sistema respiratorio como, por ejemplo, EPOC, asma, etc.
  • Padecer enfermedades como insuficiencia cardiaca y renal o diabetes.
  • Empleo de ventilación mecánica durante mucho tiempo.
  • Ser varón incrementa la probabilidad de adquirir legionella.

TRATAMIENTO

El tratamiento que se suele emplear a la hora de combatir la legionella son los antibióticos. Dentro de estos medicamentos el más utilizado durante mucho tiempo fue la eritromicina pero, hoy en día, se han ido incorporando nuevos antibióticos del grupo de los macrólidos (azitromicina, claritromicina) y de las quinolonas (levofloxacino, ciprofloxacino, moxifloxacino) que son más efectivos y que ofrecen una mayor tolerancia por parte del paciente, presentándose menos efectos secundarios. En algunos casos también se ha empleado la rifampicina junto con la eritromicina o las quinolonas para prevenir el desarrollo de resistencias.

El paciente tiene que tomar la medicación durante un periodo de 10-14 días aproximadamente, aunque puede durar más tiempo dependiendo de la gravedad de la situación. La reacción al tratamiento es, por lo general, favorable y rápida, no obstante, en ocasiones también se requiere:
  • Traslado a la UCI.
  • Ventilación mecánica.
  • Tratamiento con antipiréticos.
  • Realización de drenajes en la zona del pecho.

Comenzar con el tratamiento lo antes posible es indispensable para que el paciente se recupere adecuadamente y para que no aumente el número de fallecidos a causa de esta enfermedad.

Otro detalle a destacar es que, por el momento, no hay ninguna vacuna contra la legionella, aunque parece ser que los pacientes afectados por esta patología, tras haberse recuperado de la enfermedad, tienen muchas menos posibilidades de volver a padecer una segunda infección porque desarrollan cierta resistencia contra la misma durante un periodo de dos años aproximadamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario