miércoles, 13 de noviembre de 2013

Bronquitis aguda: definición, síntomas y diagnóstico

En esta nueva entrada vamos a hablar acerca de otra patología infecciosa conocida como bronquitis aguda. En posteriores entradas diremos cuáles son las medidas de prevención y el tratamiento de esta enfermedad.

¿QUÉ ES?

La bronquitis aguda es una enfermedad de origen infeccioso que se contagia de una persona a otra por vía aérea a través de las gotitas de saliva que el individuo afectado emite cuando habla, tose o estornuda; o también por contacto directo, por ejemplo, por una inadecuada higiene de las manos.
Esta infección comienza en las vías altas del aparato respiratorio (nariz, senos paranasales y garganta) y va descendiendo hasta llegar a los bronquios donde provoca la inflamación de la pared interior de los mismos pero sin afectación pulmonar.
Los gérmenes patógenos responsables de esta enfermedad en la mayor parte de los casos (90% aproximadamente) son los virus. Los más habituales son los myxovirus, adenovirus, rinovirus, etc. En ocasiones, también puede estar provocada por bacterias aunque es bastante menos frecuente y, muy excepcionalmente, por hongos.
Normalmente, los pacientes dejan de manifestar síntomas sin recibir ningún tipo de medicación en un periodo de cinco días aproximadamente. No obstante, la tos puede persistir unos siete o diez días y, en ciertas ocasiones, se puede prolongar durante semanas o incluso meses aunque ya no haya infección debido a que la capa que rodea a los bronquios puede seguir algo inflamada, provocando la disminución de la luz bronquial y dificultando el transporte de oxígeno hacia los pulmones.

  SÍNTOMAS

En la bronquitis aguda se pueden presentar una serie de manifestaciones. Son las siguientes:
  • Dolor de garganta.
  • Tos que puede ir acompañada de secreciones claras, amarillentas o verdosas.
  • Dolor o sensación de presión en la zona del tórax.
  • Temperatura elevada.
  • Disnea.
  • Fatiga.
  • Respiración sibilante.
  • Congestión nasal.
  • Escalofríos.

DIAGNÓSTICO

El médico puede realizar una serie de pruebas para saber si realmente existe bronquitis aguda o se trata de otra patología. Entre ellas se encuentran:
  • Realización de una placa de rayos X para descartar la presencia de una neumonía.
  • Auscultación torácica con un fonendoscopio para localizar cualquier sonido respiratorio anómalo.
  • Medir el nivel de oxígeno en sangre con un aparato que se sitúa en la punta del dedo de la mano.
  • Realización de una analítica de sangre para descartar otras patologías.


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