En esta nueva entrada vamos a hablar sobre otra enfermedad infecciosa, la tos ferina, que es extremadamente contagiosa y, por lo tanto, es conveniente conocerla e intentar tomar todas las medidas necesarias para evitar su transmisión en el ámbito hospitalario.
Mañana hablaremos sobre las medidas de profilaxis y el tratamiento de esta patología.
¿QUÉ ES LA TOS FERINA?
La tos ferina es una enfermedad de origen infeccioso que perjudica al sistema respiratorio y que se transmite por vía aérea de un individuo a otro a través de las gotitas de saliva de las personas afectadas. Es una enfermedad de origen bacteriano cuyo principal agente causal es un bacilo llamado "Bordetella Pertussis", que tiene una probabilidad de contagio muy elevada y que se localiza en la boca, la nariz y la garganta de las personas infectadas.
Mañana hablaremos sobre las medidas de profilaxis y el tratamiento de esta patología.
¿QUÉ ES LA TOS FERINA?
La tos ferina es una enfermedad de origen infeccioso que perjudica al sistema respiratorio y que se transmite por vía aérea de un individuo a otro a través de las gotitas de saliva de las personas afectadas. Es una enfermedad de origen bacteriano cuyo principal agente causal es un bacilo llamado "Bordetella Pertussis", que tiene una probabilidad de contagio muy elevada y que se localiza en la boca, la nariz y la garganta de las personas infectadas.
Se da sobre todo en niños, adultos y bebés. No obstante, los bebés son los que tienen un mayor riesgo de sufrir consecuencias graves pudiendo llegar, en los peores casos, a la muerte. La gente de edad avanzada también puede sufrir hemorragias en el cerebro como consecuencia de esta patología.
ETAPAS Y SÍNTOMAS
En la tos ferina distinguimos cuatro etapas:
- Etapa de incubación: no se presentan síntomas. Puede mantenerse hasta dos semanas.
- Etapa catarral: comienza después de la etapa de incubación y puede prolongarse dos semanas más. Se comienzan a presentar los primeros síntomas que son parecidos a los de un catarro: lagrimeo ocular, inflamación de la mucosa de las fosas nasales, pérdida de las ganas de comer, ronquera, estornudos y tos sobre todo durante la noche aunque también puede aparecer durante el día.
- Etapa convulsiva o paroxística: se presenta tos de forma repentina, recurrente e incesante. Esto provoca una fuerte disnea que no permite a la persona inspirar una cantidad suficiente de oxígeno, con lo cual, se presenta cianosis y fatiga. Esta etapa puede persistir cuatro o seis semanas aproximadamente. Otros síntomas característicos de esta fase son: hinchazón de la cara y de los párpados, sangrado de nariz, lipotimia, incontinencia urinaria, etc.
- Etapa de convalecencia: van desapareciendo progresivamente todos los síntomas de la enfermedad. Esta fase puede mantenerse de 1 a 3 semanas aproximadamente, sin embargo, aunque la persona afectada ya se haya recuperado, pueden volver a darse brotes de tos paroxística debido a que el área del sistema respiratorio a la que atacó la bacteria todavía puede estar un poco debilitada después de la infección.
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