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miércoles, 23 de octubre de 2013

Signos y síntomas, tratamiento y prevención de las bacteriemias

Hoy vamos a comentar cuales son los principales signos y síntomas, tratamiento y prevención de las bacteriemias, de las que ya hemos hablado en entradas anteriores.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Cuando la bacteriemia es temporal suele ser asintomática, ya que el cuerpo de forma natural suele deshacerse de una pequeña proporción de bacterias en un corto periodo de tiempo. Pero cuando la infección pasa de ser transitoria a estar completamente establecida, pueden aparecer distintos signos y síntomas que debemos reconocer para poner en marcha las medidas de actuación que sean necesarias.
Las manifestaciones que se pueden presentar en estos casos son: frío y escalofríos, irritabilidad, naúseas y vómitos, diarrea, hipotensión, debilidad, diaforesis, somnolencia, hipertermia, pérdida de apetito, etc.
Es importante saber que lo más destacado de las bacteriemias es que suelen dar lugar a una sepsis y shock séptico, que se caracteriza por un descenso acusado de la tensión arterial y una insuficiencia renal aguda que puede llevar a la muerte en los casos más graves.

TRATAMIENTO

La medida más importante para combatir una bacteriemia es el establecimiento del tratamiento antibiótico adecuado de forma rápida y eficiente, ya que ha resultado ser muy efectivo en el descenso de la mortalidad asociada a esta enfermedad. De todas formas, es imprescindible empezar con el tratamiento antibiótico lo antes posible porque cuanto más se retrase su comienzo, más disminuye la probabilidad de supervivencia de los pacientes.

 Así mismo, a la hora de tratar esta infección también se debe tener en cuenta el drenaje o tratamiento quirúrgico inmediato sobre el foco que la originó en los casos que sea necesario, la vigilancia de la funcionalidad de los órganos vitales y llevar a cabo un correcto soporte hemodinámico y respiratorio.

PREVENCIÓN

La prevención de la bacteriemia se basa en la implantación de una serie de medidas de profilaxis tanto a la hora de colocar el catéter intravenoso, como a la hora de mantenerlo en buen estado para que no pueda servir como posible fuente de infección para el paciente y, de esta manera, evitar poner en riesgo su salud e incluso la vida.

Medidas durante la colocación del catéter

Lavado riguroso de las manos.
Utilizar métodos de máxima barrera como gorros, gafas de protección, mascarillas, guantes estériles, etc.
Antisepsis de la piel con clorhexidina.
Si vamos a colocar un catéter venoso central, elegir preferiblemente la vena subclavia.
Medidas para el mantenimiento o conservación del catéter

Lavado riguroso de las manos.
Controlar los apósitos y cambiarlos por uno nuevo siempre que sea necesario (cada 48 horas aproximadamente).
Emplear la máxima asepsia posible de todo el instrumental.
Vigilar todos los días el estado de las vías y retirar las que no hagan falta. 

 

martes, 22 de octubre de 2013

Localización, clasificación y factores de riesgo de las bacteriemias nosocomiales

Hoy vamos a profundizar un poco más en otros aspectos de las bacteriemias nosocomiales, como ya comenté en la entrada anterior. Concretamente vamos a centrarnos en saber donde se localizan, como se clasifican y cuales son los factores de riesgo que influyen en la aparición de dichas infecciones.

LOCALIZACIÓN
Estas infecciones se localizan principalmente en dos zonas:
  • Lugar de penetración del catéter en la piel.
  • Zona subcutánea del dispositivo intravascular, es decir, en el interior del vaso. Esto es más peligroso porque los microorganismos pueden provocar infección sin que sea externamente visible.
El foco de infección en cualquier caso es la flora bacteriana de la piel tanto permanente como transitoria.

CLASIFICACIÓN
A la hora de clasificar las bacteriemias se tienen en cuenta dos criterios. Por un lado, el lugar donde se ha adquirido la infección y, por otro lado, el origen de la infección.

Según el lugar de adquisición

Bacteriemia nosocomial: es cuando el hemocultivo de un paciente que lleva más de 48 horas ingresado da positivo a algún tipo de microorganismo (bacterias, hongos). También se considera nosocomial cuando la infección se produce antes de pasadas las 48 horas del ingreso, pero que se producen por algún procedimiento invasivo realizado por el personal del hospital, como por ejemplo, la colocación de catéteres y sondas. Dentro de ésta hay dos tipos:
  • Bacteriemia nosocomial epidémica: es poco habitual. Se da principalmente en unidades cerradas (UCI, hemodiálisis, etc.
  • Bacteriemia nosocomial endémica: es más habitual que la anterior. Se presenta sobre todo en unidades como la UCI.
Bacteriemia comunitaria: se considera comunitaria cuando la infección tiene su origen fuera del hospital o cuando tiene lugar en las primeras 48 horas y no tiene relación con ningún tipo de manipulación por parte del personal.
Bacteriemia asociada a cuidados sanitarios: es cuando la infección se produce en las primeras 48 horas después del ingreso en pacientes que habitan en la sociedad pero que reciben regularmente cuidados sanitarios (asistencia domiciliaria, residencias de ancianos, etc).

Según el origen

Bacteriemia primaria: no se sabe cual es el origen de la infección. Dentro de ésta se incluye la bacteriemia asociada a un dispositivo intravascular.
Bacteriemia secundaria: son aquellas en las que se conoce el foco de origen de la infección y que son secundarias a una infección local.




FACTORES DE RIESGO
Las bacteriemias presentan múltiples factores de riesgo. Entre ellos se encuentran:
  • Edad (menores de un año y mayores de sesenta).
  • Gravedad de la enfermedad de base.
  • Utilización de tratamientos inmunosupresores.
  • Presencia de infecciones previas o asociadas.
  • Lesiones que dañen la integridad de la piel (especialmente en quemados).
  • Grado de asepsia en la colocación y mantenimiento del catéter.
  • Duración de la cateterización.
  • Etc.