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jueves, 14 de noviembre de 2013

Noticia: la gripe A pone a prueba el sistema de control de las infecciones hospitalarias

En esta entrada queremos hacer mención a una noticia que salió publicada en el periódico El País, el 21 de Septiembre de 2009, y que hace un poco referencia a la infección por gripe de la que ya os hemos hablamos con anterioridad.

Esta publicación empieza recordando un hecho que ocurrió en 1996, en el Hospital de Cruces de Barakaldo, en donde ocurrió uno de los brotes de aspergillus más desastroso en los hospitales de toda España. En aquella ocasión dicho hospital tuvo que clausurar quirófanos y revisar todos sus sistemas de control para prevenir este tipo de infecciones.
Al mismo tiempo, relatan que el plan de choque de Osakidetza desarrollado en el año 200 para prevenir este tipo de infecciones ha permitido reducir el número de casos cada año hasta dejarlo en 4'6 de cada 100 ingresos.

Marbella García, subdirectora del área de Calidad de Osakidetza y responsable del programa de intervención corporativo contra las infecciones hospitalarias , admite que "los hospitales resultan espacios agresivos para cualquier persona, donde también se pueden producir enfermedades. Es lógico que nadie piensa en contraer una infección, pero es posible". Aunque paradójicamente, ya que ya hace unos años de esta noticia, hoy en día podemos arriesgarnos a decir que el principal temor de todo paciente es contraer una infección y alargar su estancia hospitalaria.
Al aumento en el número de pacientes hay que sumar el empleo de técnicas quirúrgicas invasoras, el incremento en el número de trasplantes y la utilización de terapias cada vez más agresivas en los pacientes que padecen cáncer. Y todo ello provoca un aumento de las infecciones nosocomiales, al dejar el sistema inmunolóigico del paciente debilitado y predispuesto a padecer este tipo de infecciones.

Comentan que en los 15 hospitales vascos el estudio sobre la incidencia de las infecciones hospitalarias se realiza cada año, y cuyo objetivo es estar en el 6%, mientras que en el resto de España la media ronda en ese año 2009 el 7%.
La alta contagiosidad de la gripe A va a poner a prueba esos sistemas de control."La nueva gripe es como cualquier otro germen. No es diferente a otras bacterias que pueden estar en los hospitales. Tenemos un equipo de especialistas trabajando en ese área, elaborando recomendaciones", concluye García.

Para leer la noticia entera, pinche aquí

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Diferencias entre gripe y catarro común

¿Qué tengo gripe o resfriado? Seguramente muchos de vosotros os habéis preguntado esto en algún momento de vuestra vida, por eso queremos dedicar la entrada de hoy a explicar sus diferencias, ya que son enfermedades diferentes.

El resfriado y la gripe o influenza son dos enfermedades diferentes que tienen síntomas parecidos. La importancia de diferenciarlas es lo que permite el tratamiento adecuado.
Los resfriados son relativamente inofensivos y suelen curarse por sí mismos al cabo de un tiempo corto que no pasa de los 3 días generalmente, aunque a veces pueden producir una infección secundaria, como puede ser la de las amígdalas o de los oídos.
La gripe o influenza, puede ser leve, pero si no se cuida puede desencadenar una enfermedad más grave y hasta mortal como la neumonía.

Las diferencias entre una y otra son:
  • Fiebre: en un resfriado no presenta o es muy baja. En una gripe la temperatura puede ser de 39ºC o más.
  • Dolor de cabeza: en un resfriado puede presentarse ocasionalmente, en una gripe normalmente se presenta.
  • Escurrimiento nasal: en un resfriado suele ser muy leve o no presentarse, en una gripe, hay estornudos frecuentes y goteo constante.
  • Congestión nasal: en un resfriado generalmente no hay, en una gripe es uno de los síntomas más molestos.
  • Tos: en un resfriado la tos es seca, larga y húmeda, en una gripe suele ser seca, intensa, con flemas y muy persistente.
  • Dolor muscular: en un resfriado no se presenta, en una gripe es muy frecuente.
  • Fatiga: no se presenta con un resfriado, en la gripe es muy fuerte.
  • Dolor de garganta: en un resfriado puede no presentarse o ser muy leve, en una gripe las molestias ocasionan dificultad para tragar y comer.
  • Apetito: con un resfriado no disminuye, con una gripe la persona no siente deseos de comer.
  • Energía: en un resfriado no se afecta, con una gripe hay agotamiento general que impide realizar las actividades diarias.

martes, 5 de noviembre de 2013

Diagnóstico y tratamiento del virus de la gripe

Buenos días! Ayer os explicamos la forma de transmisión y la prevención del virus de la gripe, por lo tanto hoy os hablaremos un poco más de su diagnóstico y de su posible tratamiento. Un tema de gran interés, ya que todos los años se producen epidemias de enfermedades respiratorias causadas por la gripe durante el final del otoño o el comienzo del invierno. A pesar de que muchos virus respiratorios pueden causar síntomas de gripe, los virus A y B de la gripe suelen ser responsables de las epidemias hacia el final del otoño el invierno.

Síntomas de gripe

Al comienzo, la gripe cursa con dolores de cabeza, escalofríos y tos seca, síntomas a los que le sigue la fiebre (aparece en el segundo o tercer día) que puede subir hasta 38'5 o 39'5ºC, dolor muscular en brazos, piernas y espalda, y un estado de malestar general y cansancio. Con la fiebre los síntomas respiratorios se hacen visibles: congestión nasal, enrojecimiento y malestar en la garganta.

Al principio, los síntomas respiratorios pueden ser relativamente débiles; posteriormente, la tos puede intensificarse y agregarse esputos. En muchos casos la piel adquiere una temperatura elevada y está enrojecida, especialmente la cara. El enfermo, especialmente si es un niño, puede presentar náusea y vómitos. Los síntomas suelen aparecer durante una semana, luego desaparecen, aunque permanece la sensación de cansancio e inapetencia unos días más. Muy pocas veces la gripe va acompañada de síntomas gastrointestinales.

Al cabo de 2 o 3 días, la mayor parte de la sintomatología desaparece rápidamente, si bien en cuertos casos la fiebre dura hasta 5 días. Sin embargo, la bronquitis y la tos pueden persistir durante 10 días o más y los cambios producidos en las vías respiratorias tardan de 6 a 8 semanas en resolverse completamente. La debilidad y la fatiga pueden prolongarse durante varios días o en ocasiones durante semanas.

Diagnóstico
Por lo general, todos conocen los síntomas de la gripe, y dado que se produce por epidemias, su diagnóstico suele ser correcto por la propia persona o por su entorno cercano. Lo que le diferencia de un catarro común es su gravedad y la presencia de fiebre muy alta. Para identificar la infección por el virus de la gripe se puede realizar una prueba a partir de una muestra de sangre, aunque no siempre es necesario llevar a cabo este procedimiento. 
El mejor modo de establecer el diagnóstico es recuperando el virus mediante un cultivo de secreciones respiratorias.

Tratamiento
El mejor tratamiento es "pasar la gripe", lo que significa que hoy por hoy no tiene curación. Aún así, existen algunos fármacos antivirales (no antibióticos) y remedios de origen natural que pueden reducir la intensidad de los episodios.
Las recomendaciones médicas resultan muy familiares: permanecer en cama y reposar, beber mucho líquido (zumos y caldos) y recurrir a los antitérmicos, analgésicos antipiréticos para rebajar los síntomas, fundamentalmente desde el momento en el que éstos comienzan hasta 24 ó 49 horas después de que la temperatura corporal vuelva a la normalidad. Los antibióticos no sirven para tratar un cuadro gripal, ya que la acción de estos fármacos sólo se dirige hacia las bacterias, y la gripe está producida por un agente viral; sólo en caso de que evolucione hacia complicaciones como neumonía o bronquitis tiene sentido valerse del tratamiento antibiótico. Pero, además de los fármacos antivirales, el paciente tiene la posibilidad de recurrir a terapias naturales para reducir la agresividad de los síntomas.


domingo, 3 de noviembre de 2013

Virus de la gripe; introducción

Seguramente es de vuestro interés saber que el 5% de las infecciones nosocomiales son de etiología viral (hepatitis, herpesvirus o virus de la gripe).
La diseminación en el ámbito hospitalario es más frecuente en niños, pero puede afectar a pacientes de cualquier edad, en especial inmunodeprimidos y con patología respiratoria, renal o cardíaca de base. Estas infecciones se asocian a una prolongación de la estancia hospitaylaria y a una considerable morbimortalidad. Las nuevas técnicas de diagnóstico microbiológico permiten una detección rápida de este tipo de infecciones, incluso en centros hospitalarios con menos recursos, lo que permite la instauración y la evaluación de las medidas específicas de control. 
En el caso de la gripe, de la que hoy introduciremos algo, la vacunación del personal sanitario es una importante medidad de prevención de la infección nosocomial.

 Virus de la gripe
La gripe puede considerarse como la enfermedad prevenible mediante vacunación más frecuente del mundo. En cada temporada gripal se afecta entre el 5 y el 15% la población. La población principalmente afectada son los mayores de 65 años y la población de cualquier edad con factores de riesgo asociados. 
Uno de los obejtivos de la OMS para el año 2015 es alcanzar una cobertura vacunal frente a la gripe del 75% en los mayores de 65 años. 

El número de complicaciones clínicas, ingresos hospitalarios y fallecimientos a consecuencia de la gripe depende en gran medida del tipo y subtipo de virus que circule entre la población y de su similitud con las cepas incluidas en la vacuna del año correspondiente. En general, se producen anualmente en el mundo entre 3 y 5 millones de casos graves que requieren ingreso hospitalario, el 25% sin factores de riesgo y el 70% en sujetos no vacunados.

Durante los períodos epidémicos se produce un incremento importante de ingresos hospitalarios de pacientes infectados por el virus de la gripe, traduciéndose en un mayor riesgo de transmisión nosocomial gracias a su corto período de incubación, eliminación prolongada en pacientes con enfermedades de bases graves y facilidad de diseminación respiratoria. Adicionalmente, muchos de estos casos de hospitalización son considerados como exacerbaciones de la enfermedad de base y no se diagnostica la infección por el virus de la gripe, constituyendo una importante fuente de transmisión nosocomial. En este contexto, la infección nosocomial por gripe también puede adquirirse y diseminarse a partir de las visitas a los pacientes y en especial del personal sanitario que, al estar expuesto tanto a nivel comunitario como hospitalario a un mayor riesgo de infección, constituye una importante fuente de infección para sus pacientes.

Breve explicación
La duración media de los brotes suele ser de 2-60 días, con un índice de afectación del 5 al 50% de los pacientes de la sala y del 11 al 50% del personal sanitario.
Los pacientes hospitalizados más vulnerables son los ancianos, los inmunodeprimidos, los pacientes críticos y los niños, en los cuales la gripe puede ser más prolongada, grave y mortal. Por lo tanto, la transmisión nosocomial de la gripe puede acarrear mayor morbimortalidad en unidades como geriatría, oncología, hermatología, trasplante, cuidados intensivos, pediatría y urgencias, entre otras.

El período de incubación de la gripe es habitualmente de 1 a 4 días. Los adultos son probablemente infecciosos unas 24-48 h antes de desarrollar síntomas y hasta 4-5 días después de iniciados. Los niños pequeños son probablemente contagiosos por un período más prolongado (7 días o más). El período de transmisibilidad se puede alargar todavía más en el caso de pacientes inmunodeprimidos o con enfermedad de base a cualquier edad